lunes, 2 de abril de 2012

¿Quererte? Inevitable.

Si. Soy esa chica que ríe porque se quiere reír. Esa que llora porque la da la gana o simplemente porque lo necesita. La que se come las patatas fritas con las manos y no tiene vergüenza de mancharse. La que se ríe de sus propios errores. La que no puede contener la risa cuando se cae pero la que da lo mejor de sí misma para levantarse. Esa que está enamorada, sí, hasta las trancas. Esa que prefiere los retos antes que el camino fácil. Esa que a menudo oculta su identidad tras un caparazón que muy pocas personas han sido capaces de quitar. Esa que confía en quién se lo merece. Esa que se pone sudaderas en pleno verano y camisetas de tirantes cuando la nieve se acapara de los paisajes que la rodean. Esa que hace lo contrario a los demás, solo para joder. Esa que preferiría bañarse en una piscina repleta de tiburones antes que tirar su dignidad por los suelos. Esa chica orgullosa, que siempre quiere llevar la razón. Esa que es feliz si tú eres feliz. Esa que daría su vida por verte sonreír. Esa que lo pasa mal cada noche que no hablas con ella, pero esa que se va jodida a dormir cada vez que la tocas mucho la moral. Esa que daría al ‘replay’ mil y una veces todo lo que habéis vivido juntos. Porque sí, ella ha amado una vez y puede volver a hacerlo. Esa que te ha dado su corazón y que espera que no se lo rompas, nunca. No pide que lo cuides como un tesoro, pero por lo menos que lo tengas en cuenta y sepas agradecérselo. Esa chica que puede pasar calor o frío por verte jugar un viernes por la tarde. Esa que, después de conoceros hace mucho tiempo, todavía se la acelera el corazón y la sudan las manos cada vez que la llamas por Skype. Esa que se muere por dentro  cada vez que ve fotos de otras chicas en tu perfil. Esa que daría media vida por mejorar esas cosas que habéis hecho y la otra media para que esas cosas puedan volver a pasar. Esa que no se gusta, tanto física como psicológicamente. Esa que daría lo que fuera por cambiar para poder gustarte, para que te fijes en ella. Esa chica que necesita rebuscar algo de dinero entre los cojines del sofá del salón si quiere ir hasta el campo de fútbol a verte jugar porque sus padres no la quieren dar más. Esa chica que visita tu perfil a menudo. Esa chica que canta por la calle. Esa que grita por las avenidas. Esa que baila en los parques. Esa que aunque esté echa una mierda por dentro, intenta mostrar al mundo la mejor de sus sonrisas solo para no destrozar la tarde a los demás. Esa que muchas veces, tiene una identidad falsa. Esa soy yo. Esa chica que no quiere que la ames, que la entregues tu vida o que te enamores de ella, tan solo quiere que te preocupes un poco por ella, que la abraces de vez en cuando, que la cuides como es debido, recuerda que su corazón está en tus manos y corre el riesgo de que se lo partas en pedazos. Sí, soy esa chica que tan solo pide que la quieras.



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